Las emociones desde el nacimiento
En muchas ocasiones nos preguntan a las profesoras de 0 – 3 años ¿Los bebés experimentan emociones?
La respuesta es sí, ya que son muchos los estudios que lo confirman, los niños y niñas de un mes ya tienen expresiones de cólera, miedo, sorpresa, interés, alegría, y en menor medida, de tristeza. Por ejemplo siente placer cuando está augusto en los brazos de su madre/padre y cuando es amamantado. También siente desagrado y llora para expresar hambre, sed, si le molesta la humedad del pañal o si hay un dolor que lo aqueja.
Cierto es, que estas expresiones emocionales los primeros meses no son adecuadas a la situación o al estímulo. Es decir, ¿cuántas veces hemos visto un niño o una niña durmiendo y que sonríe? ¿o muestran sorpresa tanto ante lo nuevo como ante lo familiar? Esto es porque todavía no han madurado algunas estructuras neurológicas que se necesitan para que se dé el nexo de unión de emoción-expresión.
Pero, a partir de los 4 meses todo cambia y ya empiezan a asociar el significado emocional por ejemplo en las expresiones faciales, son capaces de reaccionar ante la alegría con expresión de alegría incluso agitando brazos, piernas….
A los 7 meses, el bebé reacciona decidido con tensión y miedo ante lo desconocido. Como ya tiene memoria, se alegrará al ver caras conocidas. Asimismo, sentirá miedo ante la presencia de adultos extraños.
Llegando ya a los 8 meses se inicia la cólera, … en situaciones de desagrado incluso la tristeza de su madre le puede generar llanto. Y es aquí, donde poco a poco se ha ido estableciendo el vínculo de apego, alrededor del octavo mes, la experiencia emocional se organiza en torno a la figura de apego, es quien le aporta seguridad y refugio, y los niños aprenden a utilizar la comunicación dirigida a los cuidadores como estrategia reguladora.
Por ello, si la importancia de la familia en la regulación emocional es siempre importante, aquí en la etapa 0-3 es totalmente necesaria.
Es donde se forma la base para el desarrollo emocional, el control de emociones o aspectos como la tolerancia a la frustración, que van a ser determinantes en cómo ese niño/niña se va a relacionar afectiva y emocionalmente con el mundo y consigo mismo.
Cuando los padres se implican en la educación de sus hijos en casa, estos tienen mejores resultados en la escuela. Y cuando los padres se implican en la escuela, los niños permanecen más tiempo dentro del sistema educativo (Henderson & Berla libro Sembrando Emociones )
Es por ello, que dentro del PROGRAMA RETO, siempre que podemos se hace partícipe a las familias y se les forma, porque ellos son quienes van a ayudar a sus hijos-as a la regulación emocional hasta que ellos puedan hacerlo por sí mismo.
Silvia Ballesteros López Formadora RETO en la etapa 0 -3 años. Maestra en educación infantil y Psicopedagoga,
Verónica Antelo Sola Formadora RETO en la etapa 0 -3 años. Maestra en educación infantil y Técnico Superior en Educación Infantil,
Sara Romero Ferraro Formadora RETO en la etapa 0 -3 años. Maestra en educación infantil y Maestra en Audición y Lenguaje,