Aprender a cuidarnos y a cuidar

Hoy me gustaría hacer referencia a una nueva palabra, un nuevo concepto: CUIdadania, que no es ciudadanía aunque está relacionada con ella ya que es el fundamento para una nueva manera de ser ciudadana en esta época poscovid.

Hemos aprendido durante la pandemia que somos seres vulnerables e interdependientes. Por ello, ya no es posible pensar en el futuro sin tenerlo en cuenta. Tenemos que desprendernos de falsas creencias, de mitos y estereotipos sobre lo que somos y de lo que necesitamos para nuestro bienestar y para tener una vida digna de ser vivida.

Cesar Coll dice que el aprendizaje solo es significativo cuando sirve para entenderse a una/o misma, para comprender el mundo y para proyectarse hacia el futuro.

 1. Conocernos, mirarnos hacia dentro, conocer nuestras fortalezas y debilidades y, sobre todo, nuestras posibilidades. Sabernos vulnerables y necesitados de cuidados, pero, también, capaces de darlos. Saber que todas las personas somos cuidadoras, los chicos y las chicas, los profesores, las profesoras, los padres y las madres. Que aprender a cuidarnos y a cuidar a otras personas y cuidar el entorno nos ayudará a vivir mejor y crecer como seres humanos.

2. Entender el mundo desde las necesidades de todas las personas y de su bienestar, es centrar la mirada en ellas y comprender dónde están las causas y consecuencias

3. Además de entender el mundo, mirándolo con nuevos ojos, habrá que ver cómo nuestro alumnado se puede proyectar hacia el futuro. Cómo se compromete en acciones sencillas pero continuas de cuidado, de tal manera que se conviertan en hábitos para toda la vida

Educar para una vida buena exige que la cuidadanía se viva en el día a día de las escuelas. Es decir, instaurar las necesidades de las personas como nuevo eje colectivo. 

No educamos por lo que decimos, sino por lo que hacemos. Somos un modelo muy importante para nuestro alumnado. Por eso es tan importante que nos vean cuidarnos, cuidarles y cuidar el medio ambiente.

Si queremos cambiar la cultura de nuestro centro o de nuestra familia, centrándola en el bienestar de todas las personas, hemos de ser constantes para que pase a formar parte de nuestro día a día, en todo lo que hacemos. Tendremos que vivir y hacer visibles los valores de justicia, solidaridad, apoyo mutuo, confianza, transparencia y compromiso con la comunidad y su bienestar.

Todo ello, por añadidura, se verá reflejado en el incremento de los logros personales, sociales y académicos del alumnado.

El programa RETO sabe mucho de esto y estoy segura de que muchas de las personas que lo lleváis a cabo, ejercéis el cuidado.

Ahora, sólo queda hacerlo con toda la comunidad educativa y de manera sistemática y continua.

Nélida Zaitegi.

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